La jubilación es una etapa de la vida que todos queremos disfrutar con tranquilidad y comodidad. Sin embargo, la pensión pública no siempre es suficiente para cubrir nuestras necesidades básicas y nuestros gustos. Es por eso que es importante tomar medidas para aumentar nuestra pensión de jubilación.
Una forma de hacerlo es a través de las aportaciones voluntarias. En este artículo, te explicaré en qué consisten, por qué son una buena idea y cómo puedes llevarlas a cabo para aumentar tu pensión de jubilación de forma eficiente.
Las aportaciones voluntarias son aquellas que realizas de forma adicional a las que corresponden a tu salario y que forman parte de la cotización obligatoria a la Seguridad Social. Esto significa que, si eres trabajador por cuenta ajena, podrás aportar un importe adicional a tu pensión cada año sin que se te apliquen retenciones a cuenta del IRPF.
Las aportaciones voluntarias pueden realizarse en cualquier momento, no necesariamente cuando te acercas a la jubilación. Cuanto antes empieces a realizarlas, mayor será el capital acumulado a lo largo de los años.
Las aportaciones voluntarias son una buena idea por varias razones:
Además, las aportaciones voluntarias tienen ventajas fiscales, ya que reducen la base imponible del IRPF y te permiten ahorrar en el pago de impuestos.
Para llevar a cabo las aportaciones voluntarias, lo primero que debes hacer es informarte sobre las opciones de productos financieros disponibles. Algunos de los más habituales son los planes de pensiones y los seguros de ahorro.
Una vez que hayas decidido qué tipo de producto se adapta mejor a tus necesidades y perfil de riesgo, debes buscar un proveedor de ese producto financiero que te ofrezca las mejores condiciones en cuanto a rentabilidad, flexibilidad y comisiones.
Es importante que te informes sobre las comisiones que te cobrará el proveedor por gestionar tus aportaciones voluntarias. Aunque los planes de pensiones suelen ser más rentables, también suelen tener comisiones más elevadas que los seguros de ahorro.
Una vez que hayas contratado el producto financiero que más se adapta a tus necesidades, debes empezar a realizar aportaciones voluntarias de manera regular. Puedes elegir la periodicidad y el importe de esas aportaciones en función de tus ingresos y de la rentabilidad de tu producto financiero.
Las aportaciones voluntarias son una buena medida para aumentar tu pensión de jubilación de forma eficiente. Te permiten elegir entre diferentes productos financieros, diversificar tu cartera y reducir tu carga fiscal. Aunque es importante informarte bien sobre las opciones disponbles y las comisiones de los proveedores, aportar cuanto antes es la mejor forma de asegurarte una jubilación cómoda y tranquila.